viernes, 28 de enero de 2011

Rostro sonriente… Corazón contento?

Llueve y después sale el sol y hace frío y vuelve a llover y ahora hace calor…. En el medio de todo eso me quede dura de la espalda, así que estuve dos días (bueno dos medio días) en cama tratando de recuperarme. Raramente hago esto de quedarme en cama dos días. Pero el dolor era muy fuerte. Ahora estoy mejor. Ya no veo las estrellas, ahora solo duele.
No crean que estuve de cama cama. Sofía tuvo práctica y competencia de natación todas las tardes. Me encanta verla nadar porque es como un pez. Le es fácil. Esther Williams le digo y ella no entiende porque es joven, muy joven. De la generación de Michael Phelps. Ahora me dice que tal vez algún día quiera un tatoo. Y yo le digo “bueno, está bien después de los diecisiete, pero que no sea más grande que la palma de tu mano porque un día te vas a arrugar toda y no vas a saber si es un tatuaje o una macha..” y me mira con la inocencia de los solocatorce años que tiene. A esa edad no te entra en la cabeza premisa semejante. La que 'algún día vaya a ser vieja'. Este fin de semana tiene su primera fiesta-fiesta, con disc jockey y la mar-en-bote y está muy entusiasmada. Se pone y se saca, se viste y se desviste, se prueba, se mira en el espejo y nos desfila. Camina por la casa con un par de tacos infames haciendo ruido, queriendo acostumbrarse. Con miedo a caerse, sin saber qué hacer con semejante gambones. Patas largas con tacos, como disfrazada. Divina mi chiquita.
Volviendo a la pileta. Me di cuenta que vuelvo de las practicas con dolor de cara. Dolor de tanto sonreír. No porque me estén contando un chiste. Es una sonrisa forzada. Porque yo, naturalmente, tengo caradeculo. Esta cara, por lo general, no refleja mi estado interior. Nací así, con caradeculo. Así que, esta semana, como me dolía tanto la espalda, la espere en el auto. No me sacabas una sonrisa ni a palos.
Con el pasar de los año aprendí que si, por ejemplo, entras a la pileta con caradeculo y te sentas en las gradas con caradeculo, no te saluda ni te habla nadie. Nunca más, no importa que la semana siguiente entres con una sonrisa. Ahora bien, si el primer día entras con una sonrisa y saludas es otro cantar. No importa que de tanto en tanto llegues con caradeculo. Me siguen?
A sonreír se ha dicho. Hace bien al alma! Eso también descubrí con el tiempo. Por eso, si me cruzan por ahí y me ven sola sonriente, no crean que se me aflojo un tornillo. Estoy simplemente alimentando mi alma!




                    Se acuerdan de la pobrecita? Bueno… mi visión era Shabby Chic…

JUA! Así me quedó. (no me sale aunque trate el Shabby Chic)



Cous Cous o Cus Cus?
Cebolla y morrón rojo saltados. Una taza de cus cus, una taza de agua y sal. Dejar levantar hervor. Apagar, agregarle un puñado de acelga, pimienta y un chorrito de aceite de oliva. Ñammm!


viernes, 21 de enero de 2011

Shhhh.... Use your inside voices

Ring ring ring… (ring es un decir, ya nada hace ring)
Simon (en una voz suave, culposa): “Hola mami, te estoy llamando desde la dirección para decirte que durante la clase de Educación Física hice lo que no debía…” venia medio en ingles y medio en castellano la cosa… “además aplaudí cuando no había que aplaudir y me moví mucho cuando había que estar quieto en el suelo” ahora estaba medio llorando…
Yo (con tono de no entiendo nada de lo que me estas diciendo): “Ok…, te suspendieron?”
Simon: “No… solo te tengo que avisar”
Yo: “Ok… hablamos cuando vuelvas a casa y portate bien el resto de día”
Simon (humillación al 100% frente al director y la profesora de Ed. Fis): “mfpfmfffbpf… ok chau”

QUE LE PASA A LOS GRINGOS??? Resulta que cuando los chicos entran a Middle School, en sexto grado y once/doce años de edad, no tienen mas recreo. Van al colegio de 7.45 a 15.30 y no tienen un puto minuto donde puedan ser chicos, correr, saltar, gastar el exceso de engría que tiene la mayoría de los chicos de esa edad. Deben portarse bien, estar callados, compuestos y usar sus “inside voices” (me encanta esa boludez) durante siete horas.  Entonces, porque no los dejan expresarse un poco más (hacerse el payaso en este caso) durante cuarenta minutos tres veces por semana en la clase de gimnasia? O mejor aun, que los cansen bien en lugar de enseñarles a pescar. Ah si! Están aprendiendo a pescar. A pes-car! En un gimnasio, les aclaro.

Que creen que le dije cuando llegue a casa, agotada, como a las nueve de la noche después de una competencia de natación de Sofía? NADA. Eso le dije, nada. Bueno, la verdad es que le dije: “No sea chambón y cumplí con las reglas del colegio, ya se que algunas son injustas pero son las reglas y así es la vida.”
Le di un beso y lo mande a la cama sin darme vuelta porque sabia que la pila de ropa para doblar seguía ahí, sobre la mesa, desde la mañana.




Porque además de lindo es buen alumno y me enamora cada día!


La pila que me sigue esperando...

 Esta la estoy guardando para hacer uno de estos días... solo falta inspiración!



A este se le rompió el vidrio así que, hace unos días, le hice un 'lifting' para usar afuera en el verano.






Cute!

martes, 18 de enero de 2011

El oficio de ser madre.

Salieron como tejo nomás, sin poder frenarlas. Salieron todas juntas, las palabras de mi boca. “Tequedassiniralafiestaytampocopodestenerunsleepover” y en cuanto las empecé a decir, me arrepentí. Hubiera querido tener un botón para poder rebobinarlas. Pero no. Se las dije. A ella. A Sofía, que de haber tenido un segundo nombre habría sido ‘Demanual’. Y se rompió nomás. Se puso a llorar con esos lagrimones que se cuelgan de esas pestañas largas y que a mi me matan. Entre llanto y frustración me trataba de explicar que la profesora esta loca. Ahí nomás, otra vez, habría querido decirle la famosa frase que nos decía aquella directora del secundario con apellido de estación de tren “Cuando vos venís, yo ya fui y vine cien veces”. Pero me la guarde. No era merecedora de tan celebre frase. Esta vez me la pude guardar.
Ahora tengo que ver como deshago lo que hice. La penitencia inmerecida. Me equivoco todo el tiempo. Aprendo con ella. La miro crecer y pienso que ella junto con su hermano, son mi mejor proyecto.


Unas del verano pasado...




 

viernes, 14 de enero de 2011

Al Azar



Acá van mis pensamientos como vienen. En forma de catarata. Sin un orden ni organización. Tengo la cabeza embotada. Ando un poco bajo el radar. No me siento muy bien. Creo que me pesque la gripe de Sofi. El clima afuera no ayuda. No es el frio. Es la falta de sol. Está nublado y los días son cortos y con poca luz. De más esta decir que mi pelo es indomable cuando hay humedad. Últimamente estuve pensando que tal vez este Blog se debería haber llamado “La indomable cabellera de Bubulina”.  
Quiero tener gallinas. Solo tres. Para tener huevos frescos y orgánicos. Tres gallinas, un huevo por día. Mmmm (nunca fui buena para las matemáticas) además no me la enseñaron muy bien el colegio. Fui a un colegio de pollerita escocesa pretencioso (como diría mi muy buena amiga Aixa) donde abundaba la boludez y escaseaba la educación. Volviendo a las gallinas… sería algo así como veintiún huevos por semana. En casa no estamos todos en la misma página en cuanto a este tema, Sofía me dice que si entran las gallinas ella se va. Les tiene aversión. Simón está encantado (pero es un aparato medio así, como yo) y el Sr C está acostumbrado a mis ‘ideas’ así que me mira y hace cálculos de cuanta madera hace falta para construir el ‘chicken coop’.
Ayer fui al Thrift Store y compre algunas cosas. Chucherías y una mesa. Creo que en otra vida fui una india Maya que miraba desde afuera como los caciques intercambiaban con los colones españoles oro por baratijas y se moría por tocar los tesoros, sin poder acceder a ellos. Me gustan los cacharros y los espejitos de colores. Me ponen contenta. Algunas personas los clasificarían como porquerías. A mí me gusta creer que le hago un bien a planeta comprando de segunda o cuarta mano. Ni hablar de los veteranos de guerra. El ahorro donde compro es a beneficio de ellos.
Acá van unas fotos…




 cachivache #1

cachivache #2

cachivache #3


cachivache #4

Esta baqueta la termine ayer.

domingo, 9 de enero de 2011

Mi normal normalidad

Parece que la casa ha vuelto a la normalidad. Nuestra normalidad, que no es la misma que la de otros. La Sra. volvió a Buenos Aires, después de un mes de visita.  No es fácil convivir con ella. Nació sin filtro Melita. Por eso yo me pongo el cinturón de seguridad, el salvavidas y el paracaídas. Es como en juego estrategico. Hay que estar espectante pero no a la defensiva.
Fue intenso pero paso sin mayores sobresaltos. Más bien sin sobresalto alguno. Ya estoy más grande y me callo, aunque no es fácil. Las palabras y los hechos me rebotan pero al final me dejan toda abollada. No nos olvidemos que soy un modelo ’67, sin levanta vidrios eléctrico ni cataforesis.
Espero con ansias volver a mi rutina y poder desenterrar mi maquina de coser y las telas del fondo del placard para poder comenzar con la costura y los tantos proyectos que tengo pendientes. Esta mañana ya me levante mas relajada y me saque toda la protección, que aunque no lo crean, estar en guardia todo el día durante treinta días, me cercena de toda creatividad y me drena de toda energía.
Me puse contenta cuando esta mañana, mi ‘normalidad’, abrió la puerta de casa tímidamente y, sin pedir permiso, entro despacito desparramándose por todos los rincones. Yo la escuche y la deje desplegarse, mientras calentaba el agua para tomarme unos mates y en la cara se me dibujaba una sonrisa.




martes, 4 de enero de 2011

Sin reglas!


Me la chanto! No se la pudo aguantar y me la chanto nomás!
“No, no, no me saques una foto así, estoy toda despeinada….. Estoy como vos”.
No me agarro desprevenida porque me la veía venir desde antes de que aterrizase el avión. Tenía el cinturón de seguridad abrochado.

Como si eso fuera poco el año nuevo me recibió con la noticia que la Real Academia Española esta destrozando el idioma y cambiando las reglas. Es la realísima y a ella no se le discute. Aceptamos abnegados las reglas? No importa cuanto nos cueste sacar los acentos o unir al marido con su ex? Veremos. A mi me cuesta adaptarme a los cambios. 


Ya pasaron las fiestas y los chicos volvieron al colegio así que voy a volver a sacar la maquina de coser del placar y me voy a poner a trabajar en los miles proyectos (miles es un decir) que tengo pendientes. Algunos ya están empezados, otros toman forma en mi mente. Además en cuanto se vaya mi suegra me voy a armar un rincón para mi y mis proyectos en la salita/cuarto de huéspedes/cuarto de juegos para poder trabajar tranquila. Y si, voy a trabajar despeinada!


Estas ya tienen destino. Seran almohadones.

A estas las hice con el turorial de Marcela


Estas ya tienen destino.


A estos me los traje de lo de mi mama, son muy especiales porque eran de mi abuela!


y estos tres son mi inspiracion!